Mi amigo (ese al que he mencionado en alguna ocasión y que – el pobre (*), jejeje – es abogado) me ha regalado un libro. Me ha regalado el libro que, según sus palabras “nunca me compraría” porque es un manual (otro) de contabilidad.
Conocedor de la ilusión que le estoy poniendo este blog dice que “necesariamente” me va a ser útil porque se usa como material en el Consejo General del Poder Judicial para formar a sus jueces y magistrados.
La utilidad no vendrá, según sus palabras, por los conocimientos nuevos que contiene – se supone ya los debería tener - sino porque un economista forense debe conocer el conocimiento – válgame la redundancia – que tienen sobre una materia, tan extensa como la contable, jueces y magistrados que son los destinatarios habituales de los informes periciales.
Como “viejo diablo” - aunque en este caso sea más por “diablo”(*) que por “viejo” – opina que si “emito”, léase escribo, en la una “frecuencia” conocida por los jueces... las posibilidades de éxito de mi “mensaje”, léase informe, se incrementarán.
Los autores del libro son los profesores Juez Martel (juez es apellido) y Martín Molina, de la Editorial “La Ley” y lleva por título “Manual de Contabilidad para Juristas” y, aunque no he tenido tiempo de echarle un vistazo en profundidad, si que me gustaría recomendarlo desde aquí, aunque sólo sea por la solvencia que me merece en cuestiones bibliográficas (*) la persona que me lo ha regalado.
¿Y que le voy a hacer si soy un sentimental? Snif, snif...
(*)Rectificación pública (22-9-2007)
Mi amigo – el que creía que era “mi amigo” – me llama por teléfono a las 21:00, ayer jueves (**) 21 de septiembre, y me dice que lleva dos días con un juicio y que para su sorpresa lee en el Blog lo que considera un trato vejatorio y denigrante hacia su (invisible y no identificada) persona.
Que no entiende eso de “el pobre”, eso de “diablo” y eso de que parece que (él) sólo me merece “solvencia en cuestiones bibliográficas” sin tenerlo en cuenta como letrado.
Antes de recibir requerimiento, burofax o directamente a la policía judicial en mi casa (y ¿quién sabe? una sentencia condenatoria al estilo de la que comenta Raúl Hernandez de "Ramoncín contra alasbarricadas.org") desearía hacer las siguientes rectificaciones:
- Primera: Lo de pobre lo dije por utilizar un lenguaje relacionado con la Casa Real (a la que tengo un gran respeto: ver aquí ) no habiendo querido ser ofensivo. Mi amigo, aparte de ser invisible... ¿es republicano? (tal vez no – es igual – lo dejo para posteriores rectificaciones).
- Segunda: Lo de diablo está relacionado con sus irreprimibles ganas de encontrar objeciones a cualquier cuestión jurídica que le planteo, al igual que hacían los “abogados del diablo”, pero claro – ya se sabe – el pobre (ver rectificación “primera”) es abogado y no puede contenerse.
- Tercera: Cuando me refiero a su solvencia en temas bibliográficos no pretendo insinuar que no es un buen abogado (el sabe que - yo - cometería un crimen aunque sólo fuera para que él me defendiera) sino que, ADEMÁS de ser un buen abogado, tiene muy buen ojo para encontrar “ese” libro, “esa” sentencia, “ese” artículo que puede encauzarte un asunto ya que es una auténtica enciclopedia (espero que no se moleste también, jejeje). Es buen abogado pese al “síndrome de Diógenes documental” que padece/mos que nos lleva a acumular documentación, libros, etc. hasta extremos cuasi patológicos.
Nota: Todo es broma. Me llamó porque le apetecía charlar conmigo y me comentó – en broma y haciéndose el ofendido – lo que he señalado más arriba.

(**) Rectificación pública (22-9-2007) Bis
Definitivamente odio a los abogados y a mi - invisible - amigo el-que-más.La última que ha hecho ha sido llamarme para decirme que ¿porqué pongo jueves 21 si era lo correcto hubiera sido poner viernes 21?...
¿Es o no un diablo? (ver puntualización segunda a la primera rectificación)... cielos ya escribo como un abogado ¿estaré siendo abducido? ¿me crecerá una toga negra? ¿dejaré de ser apreciado por la sociedad?:- El abogado es un caballero que salva nuestros bienes de los enemigos y se los queda para él (LORD BROUGHAM)
- Líbreme Dios de discutir con abogados sobre cuestiones filosóficas o científicas. Para este linaje de polemistas pocas veces se trata de tener razón, sino defender al cliente (SANTIAGO RAMON Y CAJAL)
- Si Moisés hubiera ido a la Escuela de Leyes de Harvard y se hubiese pasado tres años trabajando en el monte; hubiera escrito los Diez Mandamientos con tres excepciones y una cláusula de salvaguarda (CHARLES MONGAN)
- Señor juez, señoras y señores: nos hemos reunido hoy para disponer de la vida de un hombre blanco, ciudadadano de nuestra ciudadanía, que no se había visto involucrado jamás en un caso semejante. Miradlo, es aseado, de mirada dulce y tiene el aspecto de las personas que no quieren mal a nadie. Se ve enseguida que si ha llegado al crimen es porque no podía elegir... cuando un hombre de buen talante, sin antecedentes penales y sin taras, en plena juventud, llega a matar, es que debía tener sus buenas razones y nosotros en cierto modo no tenemos por qué inmiscuirnos... El acusado, señores, ha dicho públicamente que no lo volverá a hacer nunca más. ¿Quiénes somos nosotros para dudar de sus palabras? Un crimen (PERE CALDERS)
- JULIA ROBERTS.- Tú debes ser abogado RICHARD GERE.- ¿Qué te hace pensar eso? JULIA ROBERTS.- No sé, tienes aire de listo incompetente (Pretty Woman [en inglés]- GARRY MARSCH)
10 comentarios:
Hey, Felicidades. Estas cosas se avisan....
Dioni
¿Avisar? ¿Y tener que invitarte a tomar unas cañas? ¡Que soy catalán!
Gracias, jajaja.
"Me hubiera gustado ser abogado. Es la profesión más bella del mundo" Voltaire.
Decálogo de Angel Ossorio y Gallardo
I. No pases por encima de un estado de tu conciencia.
II. No aceptes una convicción que no tengas.
III. No te rindas ante la popularidad ni adules la tiranía.
IV. Piensa siempre que tu eres para el cliente y no el cliente para tí.
V. No procures nunca en los Tribunales se más que los magistrados, pero no consientas ser menos.
VI. Ten fe en la razón que lo que en general prevalece.
VII. Pon la moral por encima de las leyes.
VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común.
IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos.
X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las de tu saber.
Decálogo de Eduardo J. Couture
I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
V. Sé leal. Leal con tu cliente al que no puedes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el juez que ignora los hechos, y debe confiar en lo que tú le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas
VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho; en la Paz como sustitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
IX. Olvida. La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
X. Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal manera, que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que sea Abogado.
Y si, soy republicano, abogado, viejo y diablo
:-)
... y amigo de mis amigos...
Es un honor tener un amigo como tu
Has empezado bien - en tu línea guerrillera - pero al final te has venido abajo, jejeje.
Como dice uno de mis mejores amigos (por no decir el mejor):
"¿Y que le voy a hacer si soy un sentimental? Snif, snif..."
Voy a añdir a tu lista de "defectos" que siempre te gusta decir la última palabra...
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