Mucha gente se pregunta si el actual gobierno de Rodríguez Zapatero podrá sacar adelante al país un momento de crisis sin - precedentes recientes - como el que nos encontramos.
Medidas como la de los cuatrocientos euros, que tanto cuesta de explicar a empresarios y trabajadores, pueden ayudar a ganar unas elecciones pero no van más allá.
No cabe duda de que tenemos en mente – aunque con muchos matices – el frenazo del noventa y dos. Pero, en cualquier cado, aquella fue una crisis muy distinta a la actual puesto que España tenía herramientas y se pudieron hacer cosas (por ejemplo devaluar la peseta - mejor dicho adaptarla a su valor real – que hoy en día) que dentro del Euro y bajo la supervisión del Banco Central Europeo, no son posibles.
Septiembre de 1992 nos puso en nuestro sitio dentro de ese escenario que es el mundo mundial, y puso de manifiesto que en España había cosas que no se estaban haciendo bien: inflaciones elevadas, baja competitividad, desequilibrio exterior, debilidad financiera de empresas y hogares.
Hace muchos años – y no recuerdo cuantos – que sigo los encierros sanfermineros de Pamplona. No me considero un seguidor, ni siquiera como aficionado, del mundo de los toros pero si que creo que soy encierrófilo (si me permiten el neologismo).
Una vez finalizado en encierro después de esos aproximadamente tres minutos de infarto, y cuando aún no se ha desmontado el vallado (tablones de madera que sirven para encerrar a toros y corredores), ya han entrado los integrantes del servicio de asistencias de
Resulta curioso y Javier Solano, el comentarista oficial de TVE, siempre señala que “una vez se hace necesaria la atención de un herido lo más importante, mucho más que trasladarlo rápidamente al hospital, es estabilizarlo”. Es más importante que se estabilicen las constantes vitales del accidentado (supongo que se le pondrá suero, antibióticos, etc.), y aunque el traslado se demore un cuarto de hora, que salir corriendo hacia los quirófanos.
En mi opinión – claro está - actualmente se está estabilizando a la economía. Realmente, por mucho que te cuenten, ni mucho menos se están aportando soluciones ni remedios a la que se nos avecina. Actualmente – para que te hagas una idea – es como si hubiéramos puesto a la economía en “pause” a la espera de que comiencen a pasar cosas…
No sé si te has fijado, pero bancos y cajas de ahorro, grades culpables – cuando menos cooperadores necesarios – de toda esta movida, se han puesto en stand-by. Detrás de su mensaje de buenos propósitos: “nos preocupamos por usted”. Parece que están ralentizando – léase deteniendo – todas la ejecuciones de impagados aunque, lo que realmente están haciendo, es esperarse a que el herido esté estabilizado.
Pese a todo, tampoco saben muy bien que hacer y no le ejecutan la hipoteca... pero tampoco le van a dar más dinero para salir del bache. Detrás de este supuesto interés por el cliente no cabe duda de que se esconde un interés propio so pena de tener que provisionar – a valor real o actual de mercado – todo el ladrillo que tienen en sus balances como garantía de sus hipotecas.
Pero volviendo al tema: ¿Una vez estabilizada la economía nuestros políticos van a ser capaces de sacarnos de la crisis?.
Zapatero posiblemente es ese buen chico que todas las madres querrían como yerno pero… ¿usted le dejaría al frente de su empresa?.
No voy a ser tan insensato de obligar a los políticos a estudiar economía - ya cuentan con asesoramiento experto - pero si que se les debería exigir unos mínimos conocimientos para que, cuando tuvieran que correr delante de los toros… lo hicieran con decisión (ya sabemos que para correr detrás no hacen falta muchos güevos).
Foto: Alex